sábado, 13 de diciembre de 2014

Juré y prometí

Mentí el día que prometí no mentir más.
Le juré cuando no me importó poner a Dios por testigo
porque francamente, Dios es la fábula del soñador despierto.
Me prometí mentir siempre que no fuese cómodo ser sincero.
Le juraba mentiras y me sentía aliviado, pues no me obligaba.
Te prometí un todo convertido en nada,
y un edén que no existía, pero...
necesitaba calidez para un corazón en bajocero.
Le prometí no prometer cuando no podía cumplirlo,
Juré porque era fácil, prometí por compromiso.
y ya solo me queda una palabra que no vale un céntimo.
El único juramento cierto fue el de amor eterno
pero eso ya ha quedado obsoleto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario